domingo, 24 de febrero de 2008

Pañuelos en San Mamés: una nueva derrota.

Pañuelos en San Mamés: una nueva derrota


El Athletic ha cosechado ante el Villarreal una nueva derrota y está otra vez a dos puntos del descenso. No empezó mal el equipo de Caparrós, pero en la segunda mitad se vino abajo y permitió la remontada de un Villarreal que le puso más fe y terminó bailando a los rojiblancos en el centro del campo.



Buen comienzo y un gol más de Llorente

La salida del Athletic fue eléctrica, apabullante, los mejores minutos que se han visto en San Mamés en liga esta temporada, sólo comparables con lo vivido en la vuelta de Copa ante el Santander cuando logramos empatar la eliminatoria en veinte minutos. Entonces, como ahora, sólo sirvió para encender la esperanza de una afición que de nuevo vio volar los tres puntos de la Catedral.

Movía el Athletic el balón con rapidez y sentido del juego, y no tardó en lograr su primera diana fruto de una conexión Yeste-Susaeta-Llorente al primer toque. Genial gol del de Rincón de Soto y la Catedral puesta en pié para aplaudir las ganas de su equipo. El Villarreal, noqueado, veía cómo los rojiblancos se imponían en todas las jugadas y el balón rondaba de nuevo la meta amarilla con serio peligro. En ese momento los de Pellegrini decidieron parar el ritmo del encuentro a base de faltas y pérdidas de tiempo con la clara complicidad de Fernández Borbalán, quien paradójicamente mostraba la cartulina amarilla a todo jugador del Athletic que hiciera el más ligero ademán ante los levantinos. Nada más y nada menos que cuatro jugadores rojiblancos – Ramos, Amorebieta, Yeste y Susaeta – vieron la tarjeta amarilla en poco más de veinte minutos, para desesperación del respetable. Los aficionados de San Mamés despidieron al colegiado con pañuelos blancos y una pitada como hacía tiempo no se veía en la Catedral. Antes, los delanteros del Athletic habían gozado de hasta tres inmejorables ocasiones para marcar, dando muestras una vez más de la incapacidad goleadora que nos persigue esta temporada.







Homenaje a Gurpegui

La pañolada en el descanso no fue, sin embargo, el primer momento de protagonismo de la afición como jugador número 12. En el minuto 18, respondiendo a la convocatoria de las Peñas del Athletic, el público de San Mamés rompió en gritos de apoyo a Gurpegui mientras mostraba las cartulinas que previamente habían repartido entre las butacas con el número del jugador sancionado. Fue sin duda un momento emotivo, animado por el uno a cero que reinaba en el marcador y la sensación de que el Athletic podría encadenar su tercera victoria seguida alejándose así del fantasma del descenso. En la grada la gente comentaba el buen estado de forma del que al parecer disfruta Gurpegui y recordaba que este no reaparecerá en partido oficial hasta nuestra visita al Bernabeu, cuando apenas queden un par de meses de liga.





Remontada del Villarreal en la segunda mitad

Como si de otro equipo distinto se tratara, el Athletic desapareció del terreno de juego durante la segunda mitad y permitió que el Villarreal tomara oxigeno, se planteara el empate como objetivo y terminara llevándose los tres puntos. El Athletic de los segundos 45 minutos fue un equipo vencido, sin alma ni ideas, entregado a un lento pasar de los minutos que no permitía albergar esperanzas sobre la corta renta de la que disfrutaba. El Villarreal, que en el primer tiempo había bajado los brazos en más de una ocasión entregándose al juego sucio y marrullero – los de Pellegrini se negaron incluso a tirar el balón fuera con un jugador contrario tirado en el suelo – comenzó a dar muestras de la calidad que atesora y encerró a los rojiblancos en su área hasta culminar la remontada. Curiosamente, ambos goles vinieron tras sendos ataques en los que la defensa del Athletic no acertó a despejar el peligro hasta en dos ocasiones, permitiendo una tercera acometida del submarino amarrillo que, a la tercera va la vencida, terminó finalmente en gol. Los jugadores de Pellegrini celebraron el empate como si de una final copera se tratase, viendo cómo se les ponía de cara un partido que comenzó muy mal para ellos, y con el segundo gol amarillo se entregaron a una borrachera de abrazos y felicitaciones que contrastaba con la desolación de los hombres de Caparrós. En la grada, sin embargo, no hubo caras de sorpresa. “Esto se veía venir”, fue la frase más repetida de la tarde.



Sin capacidad de reacción, los cambios no aportaron nada

De ahí al final el Athletic apenas fue capaz de crear un par de ocasiones de gol. Una buena jugada de Susaeta por la derecha terminó con un tiro a las nubes de Javier Martínez – inconmensurable durante todo el partido por otro lado – y un buen lanzamiento cruzado de Aduriz no logró sorprender al meta del Villarreal. El delantero guipuzcoano, que había entrado en la segunda mitad como recambio de un Aitor Ramos demasiado precipitado, pasó totalmente desapercibido entre la defensa amarilla. Además de este, Caparrós agotó sus cambios sustituyendo a Iñaki Muñoz por David López y a Markel Susaeta por Igor Gabilondo. Los recambios apenas se notaron en el pobre juego de los rojiblancos, con un medio del campo en el que Yeste estuvo totalmente desaparecido. Sólo el pluriempleado Javi Martínez se salva de la triste actuación del once rojiblanco en la segunda mitad del encuentro, pero tuvo la mala suerte de marcar en propia puerta. La afición del Athletic criticó la falta de valentía del de Utrera al no sustituir a Fran Yeste, que estaba dando muestras de la irregularidad que tanto le caracteriza. En el último minuto del encuentro, los leones dispusieron de un corner a favor que no llegó a inquietar la portería rival. Pitido final y fría reacción de una afición que conoce mejor que nadie a su equipo y se adelanta a las decepciones que este le suele brindar en San Mamés. Tres puntos más que se van de la Catedral y el descenso otra vez a dos puntos.


Las claves del partido:

- El buen comienzo del Athletic, que le permitió ponerse por delante gracias al estado de gracia de Llorente.

- La tibia actuación del colegiado ante la poco deportiva actuación del submarino amarillo cuando más apretaban los rojiblancos.

- El desastroso segundo tiempo de los leones, el Villarreal celebró el empate como una victoria y al final la consiguió.

- La mala lectura del partido desde el banquillo del Athletic. Los cambios que hizo Caparrós son difíciles de entender, Aduriz está en un mal momento de forma, Muñoz y Susaeta no merecían abandonar el terreno de juego (más con un Yeste apático) y David López y Gabilondo no aportaron nada nuevo al equipo.

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1 comentario:

Pitxitxi dijo...

Koliki me gusta tu articulo del partido, yo vi el partido por la tele y no me di cuenta de muchas cosas que cuentas.
Lo que demuestra como se vive el partido en san mames, por la tele no se palpa el ambiente.

Excelente cronica,

Orain eta beti aupa athletic!