Tiene el Athletic por costumbre celebrar, el fin de semana previo al comienzo liguero, un encuentro amistoso de presentación ante su parroquia. Partido homenaje al socio, le llaman desde el club, denominación a la que no le es ajena una cierta mirada irónica. Pues bien, señores de Ibaigane, ahórrense el tedio de organizar la pachanga correspondiente el próximo agosto. La goleada de ayer ante el Valencia creo que bien se puede calificar como un verdadero homenaje a la masa social del Athletic, un homenaje de juego y tantos a los sufridos aficionados que nunca han dejado de apoyar a su equipo en estos años de penitencia.
No sabéis lo que me alegro de tener que comerme mis palabras de la semana pasada, cuando me lamentaba de la falta de ambición de los hombres de Caparrós. Creo que no era el único al que el partido de Riazor había despertado las más oscuras suspicacias respecto a la actitud de una escuadra que se sabía ya exenta de la lucha por evitar el descenso. El choque de ayer ante el Valencia tenía algo de reválida en el capítulo de las ambiciones, y el Athletic superó con nota las exigencias.
Habida cuenta de los resultados de los rivales más próximos, la victoria se hacía aún más necesaria. No era tarea fácil enfrentarse al Valencia, conjunto y club tradicionalmente imprevisible, y esta temporada más que nunca. Uno no acierta a comprender cómo con ese “plantillón”, los ché las están pasando tan canutas. Supongo que es por una tendencia que observo en ciertos clubes a creerse más de lo que son. ¿Cómo un equipo como el Valencia, que no es ni de lejos el mejor de la historia de la Liga, se permite el lujo de no celebrar un victoria copera (qué daríamos nosotros por ella) por estar cerca del descenso? Lo siento, pero me parece un estúpido gesto de cara a la galería. Además, se ha visto que por estar más concentrados no han dejado de recibir una buena paliza.
Pero hablemos del Athletic, que merecido lo tiene. Los rojiblancos supieron hacerse con el partido prácticamente todo el tiempo. Lo hicieron con la relajación que da saberse fuera de la liga de los torpes. Exactamente, lo que hubiéramos querido ver todos en La Coruña. Cuesta decir quién fue el mejor entre los leones. Probablemente Llorente (un gran jugador al que Caparrós ha sabido entender y dirigir), pero no parece justo olvidarse de Etxeberria, Javi Martínez, Iraola… A ver si el de Usurbil, gracias a esa mayor soltura de la defensa, vuelve a ser el jugador alegre de hace unas temporadas. Sin duda alguna, es de mis preferidos. Eso sí, por su posición y características futbolísticas, necesita un entorno favorable para crecer. Veremos de aquí a lo que resta de campeonato.
Good vibrations
Las sensaciones que deja el partido son inmejorables. El Athletic por fin parece capaz de jugar al fútbol y de amarrar resultados en La Catedral (7 victorias, 7 empates y 3 derrotas en casa), tiene nuevos objetivos al alcance de la mano, los jóvenes jugadores empiezan a cuajar y se habla de nuevos talentos de Lezama que están al llegar. Ah, y lo que todos estábamos esperando: Carlos Gurpegui vuelve a ser jugador de fútbol a todos los efectos a mediados de esta semana.
Caparrós ya ha dicho que el navarro será titular en el Bernabéu. En realidad, desde que llegó lleva diciendo que Gurpegui podría haberse incorporado al equipo titular en cualquier momento. Esperemos que tenga razón, pues la competición es distinta a las sesiones preparatorias. Mi opinión es que tal vez el utrerano se precipita, pero entiendo que no todo el mundo piensa igual. Si quieres hacerte oír vota en nuestra encuesta semanal. ¿Se precipita Caparrós alineando a Gurpegui de titular en el Bernabéu?
Esta semana, el centrocampista de Andosilla será sin duda el protagonista. Con el fin de celebrar el fin de su sanción por dopaje, tengo la intención de publicar en los próximos días mi visión sobre el caso que ha tenido a Gurpegui alejado tanto tiempo de los terrenos de juego. Sé que algunas de mis opiniones podrán chocar a mis compañeros Pitxitxi y Txingurri Balboa y algunos lectores, pero de eso se, de debatir, ¿no?
No sabéis lo que me alegro de tener que comerme mis palabras de la semana pasada, cuando me lamentaba de la falta de ambición de los hombres de Caparrós. Creo que no era el único al que el partido de Riazor había despertado las más oscuras suspicacias respecto a la actitud de una escuadra que se sabía ya exenta de la lucha por evitar el descenso. El choque de ayer ante el Valencia tenía algo de reválida en el capítulo de las ambiciones, y el Athletic superó con nota las exigencias.
Habida cuenta de los resultados de los rivales más próximos, la victoria se hacía aún más necesaria. No era tarea fácil enfrentarse al Valencia, conjunto y club tradicionalmente imprevisible, y esta temporada más que nunca. Uno no acierta a comprender cómo con ese “plantillón”, los ché las están pasando tan canutas. Supongo que es por una tendencia que observo en ciertos clubes a creerse más de lo que son. ¿Cómo un equipo como el Valencia, que no es ni de lejos el mejor de la historia de la Liga, se permite el lujo de no celebrar un victoria copera (qué daríamos nosotros por ella) por estar cerca del descenso? Lo siento, pero me parece un estúpido gesto de cara a la galería. Además, se ha visto que por estar más concentrados no han dejado de recibir una buena paliza.
Pero hablemos del Athletic, que merecido lo tiene. Los rojiblancos supieron hacerse con el partido prácticamente todo el tiempo. Lo hicieron con la relajación que da saberse fuera de la liga de los torpes. Exactamente, lo que hubiéramos querido ver todos en La Coruña. Cuesta decir quién fue el mejor entre los leones. Probablemente Llorente (un gran jugador al que Caparrós ha sabido entender y dirigir), pero no parece justo olvidarse de Etxeberria, Javi Martínez, Iraola… A ver si el de Usurbil, gracias a esa mayor soltura de la defensa, vuelve a ser el jugador alegre de hace unas temporadas. Sin duda alguna, es de mis preferidos. Eso sí, por su posición y características futbolísticas, necesita un entorno favorable para crecer. Veremos de aquí a lo que resta de campeonato.
Good vibrations
Las sensaciones que deja el partido son inmejorables. El Athletic por fin parece capaz de jugar al fútbol y de amarrar resultados en La Catedral (7 victorias, 7 empates y 3 derrotas en casa), tiene nuevos objetivos al alcance de la mano, los jóvenes jugadores empiezan a cuajar y se habla de nuevos talentos de Lezama que están al llegar. Ah, y lo que todos estábamos esperando: Carlos Gurpegui vuelve a ser jugador de fútbol a todos los efectos a mediados de esta semana.
Caparrós ya ha dicho que el navarro será titular en el Bernabéu. En realidad, desde que llegó lleva diciendo que Gurpegui podría haberse incorporado al equipo titular en cualquier momento. Esperemos que tenga razón, pues la competición es distinta a las sesiones preparatorias. Mi opinión es que tal vez el utrerano se precipita, pero entiendo que no todo el mundo piensa igual. Si quieres hacerte oír vota en nuestra encuesta semanal. ¿Se precipita Caparrós alineando a Gurpegui de titular en el Bernabéu?
Esta semana, el centrocampista de Andosilla será sin duda el protagonista. Con el fin de celebrar el fin de su sanción por dopaje, tengo la intención de publicar en los próximos días mi visión sobre el caso que ha tenido a Gurpegui alejado tanto tiempo de los terrenos de juego. Sé que algunas de mis opiniones podrán chocar a mis compañeros Pitxitxi y Txingurri Balboa y algunos lectores, pero de eso se, de debatir, ¿no?
1 comentario:
Ánimo Bala Roja, dale duro que estamos esperando entrar a saco con el tema Gurpegi.
¡Gurpe, gurpe!
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