miércoles, 5 de marzo de 2008

Una filosofía para el club, y no un club para la filosofía.


Aun a riesgo de sembrar polémica en mal momento, no quiero dejar pasar por alto el importante momento que vive el Athletic en cuanto a su filosofía deportiva.

El diario DEIA, en su edición de hoy, publica un interesante reportaje en el que perfila el que puede ser nuestro once titular dentro de muy pocos años, con jugadores nacidos en lugares tan dispares del planeta como Roma, Portugal, Camerún o Mali.

¿Sorprendidos? No creo que esto pille en fuera de juego a nadie. Nuestro Athletic demuestra que sabe adaptarse a la sociedad en la que vivimos, cada vez más multicultural y con un fuerte fenómeno migratorio. Apellidos como Ndongo, Schiavella o Aigbenwona ocupan ya el dorsal de nuestra camiseta en las categorías inferiores para orgullo de nuestra afición. Mientras tanto, la posible revisión de nuestra filosofía está ocupando muchas páginas estas semanas, especialmente tras el debut de Jonás Ramalho con el primer equipo (haciendo callar de paso a todos esos ignorantes que nos llamaban "racistas" por jugar únicamente con jugadores vascos). Este acontecimiento, unido a otros como el interés del Athletic por el canterano del Espanyol Enric Saborit o la polémica sobre el frustrado fichaje de Kepa la temporada pasada, han vuelto a poner sobre la mesa el tan traído y llevado debate sobre nuestra principal seña de identidad.

Es por eso que, como decía al comienzo, quiero expresar mi opinión sobre esta cuestión aun siendo consciente de que quizá no es el mejor momento para ello. Sin embargo, ya dije en alguna de mis anteriores intervenciones en el blog que deberíamos aprovechar este verano para zanjar ciertas cuestiones y empezar un nuevo proyecto que nos permita alejarnos de las actuales penurias clasificatorias, y esos debates no pueden dejarse para última hora.

Creo sinceramente que la especial filosofía del Athletic es su principal aval en el mundo del fútbol. Somos un club diferente, alejado del mercantilismo en el que se mueven otros equipos, y por tanto nunca debiéramos renunciar a tan preciada tradición. Ahora bien, como dice el título de este post, apuesto por tener una filosofía para el club y no un club para la filosofía, encorsetado por rígidas reglas que recordemos nosotros mismos nos hemos impuesto.

Para aquel que se esté llevando ahora mismo las manos a la cabeza diré que no, no estoy apostando por una filosofía "light" o de "buffet libre", sino que en mi opinión el Athletic debería estudiar de manera individual cada caso y ante un posible fichaje optar siempre por la lectura más favorable a los intereses del equipo, de la afición y del club en definitiva. El caso de Saborit es un claro ejemplo de lo que quiero decir. Formado hasta el momento en la cantera del Espanyol, el Athletic tiene ahora la posibilidad de ficharle para Lezama. ¿Entra esto en nuestra filosofía? Mi respuesta es clara: sí. La idea de "formarse futbolísticamente en Euskadi" deja abierto suficiente margen como para que tenga cabida en él un chaval que, recordemos, tiene ahora mismo 15 años y entraría a formar parte del equipo juvenil. No debemos dejar pasar oportunidades como esta, es posible compaginar sin problemas nuestra filosofía de cantera con fichajes de este tipo. Los fundamentalismos, a mi juicio, no llevan a ninguna parte.

Otro claro ejemplo del espíritu que me gustaría transmitir es el del guardameta del Juvenil de Honor Imanol Schiavella. Nacido en Roma, de padre italiano y madre guipuzcoana, fue fichado para el Athletic cuando el equipo italiano en el que jugaba se midió a los leones en un torneo internacional. Los técnicos rojiblancos, extrañados de oir un nombre vasco entre los transalpinos, fueron a conocerle y descubrieron en él a todo un tifossi del Athletic que incluso se compraba los partidos en el pay per view para seguir a los leones desde su Roma natal. Esa, esa debería ser nuestra principal filosofía por encima de lugar donde ha nacido o se ha formado futbolísticamente el jugador. El Ahtletic es más que un club, un sentimiento, una afición entregada a una historia y una tradición más allá de donde hayan nacido o empezado a dar patadas al balón sus jugadores. El sueño de Schiavella se hizo realidad y ahora mismo defiende la portería rojiblanca en Lezama. ¿Quién no ha soñado alguna vez con algo así? ¿Seríamos capaces de perder un gran portero sólo porque su familia decidió establecerse en Italia?
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Siempre he dicho que los fichajes del Athletic deberían pasar un pequeño ritual antes de firmar como leones. Visitar San Mamés, la sala de trofeos, oir los gritos de ánimo de la afición, pasar por Pozas un día de partido, ver los autobuses que acompañan al equipo en los desplazamientos, las banderas que ondean en todos los bares los domingos, los niños que van al colegio cada lunes con la camiseta de su equipo... Mostrarle en definitiva lo que es de verdad el Athletic. Y será en ese momento, al asimilar lo que realmente supone el Athletic para su afición, cuando el fichaje pase la verdadera prueba de fuego de nuestra filosofía.

Aupa Athletic!

3 comentarios:

Bala Roja dijo...

¡Hola!:

Estoy de acuerdo en la mayor parte de lo que dices, Koliki, pero con algunos matices.

Sinceramente, tengo sentimientos encontrados con respecto al hecho de ir a fichar jugadores de otras canteras (no vascas) para acabar de formarlos nosotros y salir con la excusa de que sí, son chavales de Lezama. No es una cuestión étnica, sino de sentimiento athlético previo, diríamos.

Por esa regla de tres, ¿por qué no fichar a un andaluz que, sin pasar por las canteras de equipos vascos, demuestre tanto amor por el Athletic como cualquiera de nosotros? Seguro que encontramos ejemplos a puñados entre las familias de peñistas de toda España. Esos sí que tienen mérito.

Y respecto a la filosofía, siento decir que, cuando nos conviene, "extendemos el ámbito de influencia" más allá de lo que dicta la lógica. Al final, y es algo que me molesta mucho, estas cosas acaban entrando en el ámbito de la política y deberíamos recordar que esto es sólo deporte.

Dicho todo lo anterior, soy consciente de que el fútbol ha cambiado mucho. Adelante, pues, con la filosofía de extender las redes de la cantera lo máximo posible, pero debemos ser conscientes de que el sentimiento Athletic de un chavalito brasileño que lo mismo puede irse a nuestro club que al Arsenal estará por ver.

Un saludo a todos!!

Pitxitxi dijo...

ufffff!
Tema complicado,topamos con la filosofia del club.
Algo que cada uno entiende de una manera

Pistongorri dijo...

Atinada exposición, koikili...

Ha sido un placer leerla...